A veces, para que te despiertes
canto en tus párpados los gallos
y atrapo al sol por la barba y lo hago entrar en tus cabellos
y te susurro en la nariz
con mis venas.
a veces, para que no te duermas
tengo que ser feliz
y sonreír hasta los dientes
y mirarte, y obligar a mis ojos
a mirarte,
y tengo que ponerme los lentes y mirarte
y tengo que lavarme los ojos
y arrancar todas mis pestañas
para mirarte.
Y si te veo mucho y de cerca
a veces, sonríes
y entonces descanso
te he salvado otra muerte.
domingo, 3 de febrero de 2008
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)